Hablamos de contaminación acústica, sónica o
auditiva al ruido que representa un daño tanto para el ser humano como para el ambiente,
trayendo consecuencias a corto y a largo plazo.
Son sonidos estruendosos y
molestos como el tráfico de las calles, las industrias, los locales de ocio y
fiestas, el sonido de los aviones, barcos y muchos más
Actualmente es una de
las mayores preocupaciones en las áreas urbanas y ha crecido
desproporcionadamente en las últimas décadas.
Características
de la contaminación acústica.
-
No se acumula, No deja residuos, ni se traslada o se mantiene
a través del tiempo; pero es una contaminación inmediata que deja grandes consecuencias en la calidad de vida de todas las personas y
de todos los ambientes sino se llega a controlar como es debido.
-
Es compleja de medir y
cuantificar.
- Se percibe sólo por un sentido: el oído, lo cual hace subestimar su efecto.
- Se percibe sólo por un sentido: el oído, lo cual hace subestimar su efecto.
Consecuencias
Algunas reacciones fisiológicas y psicológicas que surgen como
consecuencia de sonidos excesivamente altos tienen su origen en el deseo
natural de auto protección. Los animales silvestres reaccionan a sonidos con un
estado de alarma, por lo que están más atentos a posibles riesgos. Se despiertan, se esconden o se enfrentan a la causa del ruido y el
cuerpo reacciona inmediatamente con la secreción de adrenalina.
El hombre no es una excepción, por tanto, el ruido provoca en él, de
forma instintiva las mismas reacciones, aunque con frecuencias moduladas o
inhibidas por la voluntad, lo que incrementa el nivel de estrés.
Así podemos observar consecuencias psicológicas, físicas, sociales y
económicas.
A continuación, se enumeran diferentes estudios sobre las consecuencias del ruido en las personas:
A continuación, se enumeran diferentes estudios sobre las consecuencias del ruido en las personas:
La población expuesta
a un nivel de ruido por encima de los 65 decibelios desarrolla a corto plazo un
índice superior en un 20% de ataques cardíacos. (Estudio Cohort, presentación
en Barcelona a cargo de Dieter Gottlob, de la Agencia Federal Alemana de Medio
Ambiente Alemana).
Los niños y los ancianos
son más sensibles a los ruidos que perturban su sueño, aunque su reacción no es
la misma: mientras los ancianos son más propensos a despertarse debido a la
ligereza de su sueño, ambos grupos mostraron alteraciones vitales debido al
ruido, aun durmiendo a pierna suelta: alteraciones del pulso, vasoconstricción,
modificaciones en el electro miógrafo y en el encefalograma. (Experimento
realizado por el Doctor Alain Muzet, del Centro de Estudios Bioclimáticos del
CNRS, en Francia).
Con niveles de ruido altos, la tendencia
natural de la gente hacia la ayuda mutua disminuye o desaparece, reapareciendo en
el momento en que se suprime la presión sonora.
En experimentos de
laboratorio con animales se demostró que en un ambiente con ruido superior a
110 decibelios (claxon de automóvil a un metro, sirena de ambulancia a la misma
distancia, discoteca, concierto de rock, moto a escape libre, trueno…), los
procesos cancerosos aparecen y se desarrollan con mayor rapidez.
Los niños cuyos colegios
lindan con zonas ruidosas (industrias, aeropuertos, carreteras con mucho
tráfico…), aprenden a leer más tarde, presentan mayor agresividad, fatiga,
agitación, peleas y riñas frecuentes, mayor tendencia al aislamiento, y cierta
dificultad de relación con los demás. El CSIC afirma a este respecto que la
contaminación acústica conlleva efectos negativos en las generaciones futuras,
como deterioro del aprendizaje y del desarrollo humano.